Hace exactamente 207 días comencé un desafío creativo.
Me propuse hacer 500 collages.
Sí, 500.
500 ejercicios
500 ideas
500 nuevas posibilidades
Y comencé a llenar hojas y hojas con fragmentos de colores y negros.
Y comenzaron a aparecer cosas como éstas.
La idea de hacer 500 collages era tener un motivo para crear todos los días (o casi todos), pero sin presión, sin esperar un resultado específico y sin ninguna expectativa que no fuera liberar mi creatividad.
Y también...
Tener 500 opciones para equivocarme sin ningún temor a nada, porque sabía que tendría 500 oportunidades de volver a hacerlo.
Fue así como llegué a este proyecto que, aunque empezó en julio del año pasado, recién está en sus inicios y no sé a dónde irá a parar.
Pero sin importar a dónde llegue con esto, sé que todo lo que pase en este proceso será de hallazgos infinitos.
Y si hay algo que puedo decir de todo esto, es que tener 500 hojas siempre puede ser un buen comienzo.
Tener 500 hojas puede ser tu comienzo.
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